Utilizamos cookies para mejorar tu experiencia de navegación y analizar nuestro tráfico. Al hacer clic en «Aceptar todas», das tu consentimiento para que utilicemos cookies. Más información.
El escándalo que provocó esta parodia de los Juegos Florales en 1902 fue excepcional. La obra denunciaba el idealismo exaltado de un certamen que se había convertido en vehículo propagandístico del nuevo catalanismo y que ponía de manifiesto la gravedad de las numerosas tensiones que recorrían la sociedad catalana. Un siglo más tarde, la lucidez de Santiago Rusiñol aún nos interpela... en forma de alocado musical.
Aún no has añadido nada a tu cesta de la compra.
Inicia tu compra mediante cualquiera de las siguientes opciones:
No se ha podido conectar con el proveedor del evento.
Si has comprado o te han regalado una tarjeta regalo, introduce aquí su código para consultar su saldo disponible: